
La torre mirador propone vivir el acto de lo que sentiría el pez al introducirse a los corrales de pesca, estos pequeños mundos creados por el ser humano para cazar, que son construidos al borde del mar con el material que tengan a mano, piedras, ramas, etc. La torre invita al usuario a una circulación continua mientras contempla su contexto llegando al punto final en el último nivel que le da una apertura hacia el cielo. Como el pez que sin darse cuenta por las corrientes entra en estos caminos que lo llevan a los corrales, el usuario recorre la torre solo con la seguridad que llegará al lugar destinado




PROYECTO SELECCIONADO PARA LA TERCERA EXPOSICIÓN EN ARQUITECTURA Y MADERA USS 2019