En los remansos de Yumbel, Chile

"Si quieres avanzar en el conocimiento del universo tienes que adentrarte a ti mismo". Una de las motivaciones y vocaciones primordiales del proyecto es el reconocimiento del espacio público colectivo y el rescate no solo de la estación como tal, sino también de lo que generó durante su vida útil y apogeo en el territorio. Es en esta búsqueda donde surge la intención de generar en torno a la estación un parque que acoja las necesidades sociales, culturales y comunitarias de la población, así como también la recuperación de la fluidez espacial propia del origen estacionario del lugar, entregando al visitante esporádico y al permanente una experiencia lúdica y evocativa al adentrarse en un parque compuesto por una serie de rutas que rematan en remansos acentuados por estructuras ligeras para brindar flexibilidad y potenciar el desarrollo de diversas actividades, conservando siempre su autonomía e independencia de los demás puntos de llegada.

  La intervención del área ferroviaria a través de este circuito peatonal continuo y lúdico, está enfocada en la reactivación del lugar desde una visión de futuro ligada al turismo, dejando atrás el rol de una estación de paso y convertirse en un atractivo para el visitante, que encuentra en esta estación un entramado de situaciones y actividades que devuelven la vitalidad al espacio público. A modo de coronación, la intervención y reestructuración del edificio se empapa de la lucidez de su contexto, incorporando parte de su lenguaje en un patio central de luz que recupera el corredor como elemento arquitectónico esencial en la composición funcional del habitar. Todo esto es acompañado y orbitado por una serie de programas de uso público, a fin de cubrir necesidades básicas de la comunidad actual, tales como una biblioteca y una farmacia. Mantiene sus dimensiones, proporciones, ejes estructurantes y una altura adecuada al contexto. Respeta la materialidad autóctona, hace alusión a la antigua estación y al imaginario colectivo de la comunidad. Conserva los murales más representativos para el lugareño y se abre a la población a través de franjas permeables y traslúcidas que invitan al habitante a recuperar el sentido de pertenencia, a fin de hacer de Yumbel una comunidad identificada y cohesionada con su territorio.